Callao “sin cuartel”. Milicos y tombos del régimen deambulan a la caza de alguna coima bajo el amparo gubernamental del Estado de Emergencia en la provincia chalaca desde el 17 de marzo. Avezados sicarios vueltos influencers acribillan a dos choferes de combi, hiriendo de gravedad a uno y acabando con la vida del otro. Entre cada siniestro hubo un poco más de 5 minutos de diferencia y menos de 5 cuadras de distancia. Los respectivos ataques fueron acompañados de vídeos registrados por los mismos extorsionadores; se sienten protegidos. Cobro de cupo, 9 soles diarios, valemos menos que dos cervezas.
Aunque quiera resistirme, es menester parafrasear al rapero Canserbero: “se llama Perú donde nació este tipo y tú no puedes maldecirme porque ya YO estoy MALDITO.” Quisiera que no fuera cierto; sin embargo, evoco el tórrido y sangriento enero de 2023. El valiente SUR hizo su entrada legitima y triunfal a la CAPITAL. Hasta ese momento el saldo era: 6 asesinados en Andahuaylas, 4 en Pichanaki, 10 en Ayacucho, 2 en Cusco, 2 en Arequipa y 20 en Puno; sin contar con los cientos de heridos, denunciados y encarcelados. El 31 de enero el pueblo patriota se organizaba para llegar a las inmediaciones del aeropuerto Jorge Chávez, al mediodía aymaras, quechuas, chancas, wancas, waris y algunos limeños de los conos se trasladaron por la Av. Elmer Faucett. La policía no necesitó descargar su brutalidad, pobladores del CALLAO arremetieron contra sus hermanos, destruyeron sus pancartas, les quitaron las banderolas donde se leía JUSTICIA, los golpearon, insultaron y terminaron abrazándose con la PNP. ¡Cómo dueles PERÚ! ¡LIMA de MIERDA!
Un par de horas después de los atentados contra los transportistas, el régimen fuji-boluartista, aplicó un psicosocial con la firma montesinista por doquier. Uno de los centros comerciales más importantes y conocidos del PERÚ, MEGAPLAZA, ubicado en el corazón del CONO NORTE de LIMA y entre las principales avenidas capitalinas la Túpac Amaru y la Panamericana fue teatralmente asaltado por un grupo de encapuchados con porte militar/policial. En realidad, el atraco no fue a todo el Centro Comercial, sino a una pequeña tienda de telefonía móvil. La película de bajo presupuesto, al mismo estilo de NETFLIX, inicia con un grupo de encapuchados ingresando a la tienda, a plena luz del día y evadiendo el estricto sistema de seguridad del establecimiento. Los policías, militares, guardianes, seguridad interna y cámaras inteligentes se fueron a tomar café. Por ahí, un par de compradores grabaron a los señores ternas, perdón, a los señores delincuentes saliendo con mochilas de la tienda; eso fue todo. Una hora después la policía los captura con todo lo robado, se muestran los equipos sustraídos y se utiliza a la prensa para regar la jugosa cifra de 300 mil soles recuperados. ¿Habrá secuela?
Perfilan el más grande caos con atentados, secuestros, violaciones, extorsiones y sicariato; todo esto con autorización de los dueños del PERÚ. Te infectan el virus, para aterrorizarte y una vez controlado mentalmente venderte el antí-doto. Así funcionan las mafias políticas parasitarias. Tendremos que resistir y luchar, las elecciones 2026 son el botín que esperan. Todo esto va enrumbado para ese propósito. En esta coyuntura, no sé si habrá otra editorial mañana; pero mientras haya vida, estaremos dando la batalla; te pido compartas. Como me enseñó Vallejo, “hoy me gusta la vida mucho menos, pero siempre me gusta vivir”.