Se repite la tétrica historia, un terrorífico Déjà vu en la cresta del poder gubernamental.
El 10 de diciembre de 2007, el dictador y genocida Alberto Kenya Fujimori Inomoto, en plena audiencia por las masacres de “La Cantuta” y “Barrios Altos”, vociferó con tono agudísimo, casi demoniaco:
“Rechazo los cargos, totalmente, ¡Soy inocente!”
El 13 de enero del presente año 2025, la usurpadora y genocida Dina Ercilia Boluarte Zegarra, ante la Fiscal de la Nación por el caso “Cirugías”, dijo con su insoportable vocecita:
“Me declaro inocente”
No cabe duda que los sociópatas traen consigo la mitomanía crónica.
Absolutamente acertado Carlos Marx, cuando escribió:
“La historia ocurre dos veces, primero como una gran tragedia y después como una miserable farsa.”
Aunque en el caso peruano, el orden puede ser cualquiera.
La traición y el abandono del cargo
La prensa hegemónica, otrora protectora de Boluarte, no escatima en disparar a quemarropa contra el títere de la Sra. K.
Las últimas semanas, hemos presenciado sendos reportajes en América, Latina y Panamericana, exponiendo:
Corrupción, Tráfico de influencias, Nepotismo, Omisión de funciones, Desbalance patrimonial, Encubrimiento personal dentro del régimen fujiboluartista.
Incluso han mostrado fotos íntimas y vergonzosas de la Dinacha; desde su rostro postcirugías hasta chats con anónimos amantes.
Por los motivos expuestos, el argumento de Boluarte para probar su inocencia ante la Fiscalía fue echarle la culpa a la prensa por una supuesta “percusión política/mediática”.
Sin embargo, todo ello cambió de súbito la última semana.
La traidora traicionada
“Mi total lealtad con el Presidente Pedro Castillo está a prueba de balas, si lo vacan al Presidente, yo me voy con el Presidente”, fue lo que dijo Boluarte a fines del 2021 en PUNO.
Un año después, el 7 de diciembre del 2022, se concretaría la traición y deslealtad; no solo al PRESIDENTE, sino a todo el pueblo peruano.
“Quien a hierro mata, a hierro termina… La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, cantaba Rubén Blades;
La traidora ha sido traicionada.
Ya no la prensa, como se excusaba Dina, sino su amiga íntima, desde su escondite en EE.UU., es la que ha declarado y confirmado que la Usurpadora dejó abandonado el cargo de la Presidencia por realizarse 5 cirugías estéticas en la Clínica Cabani, pagando sus parches ornamentales con puestos de trabajo.
No solo ello, Patricia Muriano también ha ratificado que, mientras la usurpadora estaba sedada y con descanso médico en Palacio, se firmaron varios Decretos Supremos en su nombre.
Cabani, a su vez, ha entregado todo documento y prueba, revelando las falacias de la cajera de Cerrón;
Para darle el tiro de gracia, diversos colaboradores eficaces han dado contraseñas, usuarios y cuentas de los teléfonos personales de la traidora/traicionada.
Sus días están contados, no hay duda al respecto.
Dina no es suficiente, el sistema debe caer
Tengamos presente que no basta que caiga Dina, no basta verla en la cárcel.
¿Recuerdan que la historia ocurre dos veces? Ya nos pasó con Fujimori; no cometamos el mismo error.
No olvidemos, tengamos memoria histórica.
Dina es producto de un sistema inhumano y decadente que nos ha empujado a la servidumbre moderna y el sometimiento mercantil. Dina a la cárcel, correcto; pero también todos los asesinos y explotadores del pueblo. Dina a la cárcel, correcto; pero enviemos también a los anaqueles de la historia:
❌ La Constitución fujimorista que la avala, ❌ El Sistema de Justicia que la cubre, ❌ El Neoliberalismo que representa.
Todo depende de nosotros.
Nos vemos en las calles.